Geolodía 2022
Este año no puedo participar en ninguna de las actividades programadas en el Geolodía, y he decidido hacer mi propio recorrido geológico en el lugar en que me encuentro, Las Palmas de Gran Canaria. En el año 2013 se celebró el Geolodía con el título "Un paseo geológico urbano: Las Palmas de Gran Canaria", con un buen tríptico divulgativo que podéis descargar en https://sge.usal.es/archivos_pdf/gdia13_gran_canaria_trip.pdf
Evolución geomorfológica de la Bahía de
Las Palmas
En líneas generales, la actividad
magmática y sedimentaria de Gran Canaria se desarrolló desde el Mioceno medio
hasta la actualidad (unos 14,5 millones de años de historia) en varios
episodios constructivos y destructivos que dieron lugar a distintas formaciones
geológicas. Teniendo en cuenta la historia geológica de la isla, los elementos
geológicos más destacados en la costa de Las Palmas de Gran Canaria, ordenados
de más antiguos a más modernos, son los siguientes:
– Rocas y morfologías volcánicas
explosivas (y en menor medida efusivas) de composición geoquímica intermedia,
constituidas por varias ignimbritas (de cenizas y bloques, y de cenizas y
pómez) y lavas pertenecientes a la Formación Fonolítica de Gran Canaria. Son
resultado de la erupción del volcán de Tejeda, que durante cuatro millones de
años expulsó ingentes cantidades de materiales. Entre 8 a 5 m.a. (Mioceno) la
isla de Gran Canaria entró en una fase de inactividad volcánica.
Sobre los depósitos volcánicos
fonolíticos se acumulan depósitos sedimentarios aluviales arrastrados por el
agua en los barrancos que se van formando, que al llegar al NE de la isla
forman grandes deltas que van ganando terreno al mar y da lugar a la siguiente
formación geológica.
– Rocas y morfologías sedimentarias
detríticas terrestres de carácter aluvial pertenecientes al Miembro inferior de
la Formación Detrítica de Las Palmas -FDLP- y asociadas a la fase de
inactividad volcánica de la isla (Mioceno superior).
Entre 5 a 4 m.a.(Plioceno) se produce
un gran episodio transgresivo. El mar invade las costas y deposita a su paso
sedimentos litorales, producido por cambios eustáticos globales e isostáticos
insulares hacen que el nivel del mar suba muchos metros y da lugar a las Rocas
y morfologías sedimentarias detríticas marinas del Miembro medio de la FDLP,
con características submareales e intermareales.
A la vez que se formaba la FDLP, se
iniciaba un nuevo ciclo volcánico, que dio lugar a una nueva formación
geológica.
– Rocas y morfologías volcánicas
efusivas de composición básica (lavas tabulares y almohadilladas, e
hialoclastitas) y explosivas intermedias (ignimbritas de bloques y cenizas)
asociadas al estratovolcán Roque Nublo, dentro de la fase de reactivación
volcánica insular (Plioceno). Este volcán se supone llegó a una altura de unos
3000 metros. Hacia los 4 m.a, el estratovolcán Roque Nublo está en plena
actividad y da lugar a numerosos flujos de lavas que se encauzan por los
diferentes paleobarrancos de la época. En el sector NE de la isla alcanzan la
costa y generan un delta de lavas que irá ganando terreno al mar (más de 25
km2) en poco tiempo.
Entre 3 a 1 m.a. (Plioceno-Pleistoceno)
tienen lugar erupciones desde centros monogenéticos distribuidos a lo largo del
sector N de la isla. Se empieza a construir La Isleta y en su costa se reflejan
numerosas oscilaciones del nivel del mar, dando lugar a la siguiente formación
geológica.
– Rocas y morfologías volcánicas
ultrabásicas y básicas (conos volcánicos estrombolianos e hidromagmáticos, lavas
tabulares y piroclastos de dispersión) asociadas al Grupo Post Roque Nublo de
la etapa de reactivación volcánica de la isla (Pleistoceno).
La bahía del Confital
Se trata de la bahía situada entre el
istmo de La Isleta y la costa norte de Gran Canaria, formando dos playas, la
del Confital al norte y la de Las Canteras al sur. La playa de las Canteras se
ve cerrada al oeste por una formación rocosa que se extiende a unos 250 metros
de la orilla y durante unos 2 km, rota en varios tramos, conocida como La
Barra.
Es obvio que la formación de esta bahía
necesitó de la emersión de los volcanes de La Isleta, hace poco más de 1 millón
de años, para poder formarse. Hacia los
110.000 años (último episodio transgresivo anterior al actual), La Isleta queda
unida al resto de la isla mediante un tómbolo de arena. Esos sedimentos al
litificar dan lugar al complejo sedimentario de Las Canteras. En la actualidad,
la erosión del mar y los barrancos y, sobre todo, la actividad antrópica,
configuran el paisaje actual y deja al descubierto los distintos materiales que
se han ido formando en la evolución de esta bahía que, en cierta medida,
sintetiza la evolución geológica de Gran Canaria.
Complejo sedimentario de Las Canteras
Estos materiales afloran de forma
diseminada a lo largo de casi toda la playa de Las Canteras, y son señalados
con banderas de aviso por los socorristas de la playa,
y aparecen de forma masiva
fundamentalmente en los sectores comprendidos entre la Playa Chica y la calle
Churruca, así como en todos los fragmentos de la barra. En la actualidad son
casi los únicos vestigios de una extensa formación sedimentaria conocida como
“Terraza baja de Las Palmas” que ocupó toda el área del istmo. Por su contenido
fosilífero se le atribuye una edad de unos 110.000 años, siendo sedimentados en
un periodo interglaciar con un nivel del mar similar al actual o un poco
superior (unos 5 metros).
No se conoce con precisión cual es el
sustrato geológico sobre el que se apoyan, pero la presencia de grandes bloques
fonolíticos en la zona de Peña la Vieja, así como observaciones en algunas
zanjas de obra a lo largo del istmo, permite suponer que se trataría de conglomerados
del Miembro Inferior de la Formación Detrítica de las Palmas.
A lo largo de sus distintos
afloramientos se observan una serie de unidades sedimentarias bien definidas
que, de base a techo, son:
Unidad 1. Está formada por numerosas capas de unos 10-15 cm de
potencia que se inclinan hacia el mar unos 10-15º y adquieren formas arqueadas
en planta. Internamente presentan distintos tipos de laminaciones (paralela y
cruzada) y están formadas por una calcarenita de grano fino a grueso, con
disminución del tamaño de grano desde la barra hacia la playa. Los componentes
de estas calcarenitas son fragmentos de algas rodofíceas, granos de minerales
(principalmente olivinos, piroxenos, (basaltos y fonolitas). Otros restos
fósiles presentes son fragmentos de moluscos, equinodermos y foraminíferos.
Todos estos componentes están cementados por cristales de calcita (carbonato
cálcico) que, no obstante, no rellenan todos los poros originales del
sedimento, por lo que la roca mantiene aún una elevada porosidad.
Unidad 2. Forma capas con ligera inclinación hacia el mar (unos 5º) y
potencia creciente en esa misma dirección, de forma que en todos los fragmentos
de la barra se observan al menos dos capas de casi 1 m de espesor cada una de
ellas. Internamente no muestra ningún tipo de laminación u ordenamiento de los
granos y son de nuevo calcarenitas con características petrológicas muy
similares a las de la unidad anterior.
Unidad 3. Recubre a la unidad masiva de forma irregular en el sector
comprendido entre la Playa Chica y la calle Churruca, con espesores que no
sobrepasan los 30 cm. Se trata de una limolita-calcarenita con abundantes
rizocreciones (marcas de bioturbación vegetal) y gran contenido en gasterópodos
terrestres (chuchangos).
Unidad 4. Aflora exclusivamente en las cercanías de la calle Churruca
y generalmente aparece bastante cubierta por las arenas de la playa actual.
Está formada por numerosas capas de poco espesor (5-10 cm) que se inclinan unos
20º hacia tierra, es decir, en dirección contraria a la inclinación de las
unidades 1 y 2. Son calcarenitas similares a las de las unidades 1 y 2, pero
con mayor presencia de fragmentos fósiles y tamaño de grano mejor seleccionado.
Unidad 5. Solamente se localiza a techo de la unidad 2 a lo largo de
la Barra Grande. Son conglomerados constituidos por cantos redondeados de
fonolitas y basaltos de 1 a 30 cm de diámetro. Los cantos están rodeados de una
matriz calcarenítica similar a la de las unidades 1 y 2.
En base a las características
sedimentarias y petrológicas de estas unidades, se interpreta que se generaron
en un ambiente de playa, siendo cada una de ellas un reflejo de los distintos
subambientes que en ella coexisten. Durante
el Pleistoceno Superior sucedió la tercera transgresión marina cuaternaria
(aproximadamente 110.000 años). Fruto de esta transgresión se formaron los
depósitos calcareníticos y conglomeráticos marinos que constituyen la Terraza
Baja de Las Palmas, siendo la barra de las Canteras un resto erosivo de la
misma. Teniendo en cuenta algunas de las características descritas para los
materiales de la barra (buzamiento débil hacia el mar, laminaciones paralelas,
su textura, componentes deposicionales, cemento, restos fósiles, entre otros), se
llega a la conclusión que la calcarenita se formó en un ambiente litoral de
aguas someras, así, la unidad 1 es típica del foreshore
(playa propiamente dicha, es decir, donde ponemos la sombrilla). La unidad 2
representa una barra o cordón litoral, la unidad 3 se sedimentó en un lagoon
(charca tras-playa) y la unidad 4 representa dunas eólicas situadas en el
backshore o tras-playa. Por último, el conglomerado de la unidad 5 estaría
formada por la acción del oleaje semi-actual sobre la barra. El nivel conglomerático representaría un episodio particular
en este ambiente: algún barranco, en un periodo de elevada pluviosidad,
aportaría sedimentos gruesos que posteriormente serían retrabajados por el mar,
redondeándolos y cementándolos.
El conjunto de los cementos
carbonatados presentes en casi todas las capas de estas unidades precipitó en
condiciones marinas, por lo que puede ser definido como un “beachrock”.
Con posterioridad a la transgresión
citada, se produjo una regresión marina de casi 100 m correspondiente a la
glaciación Würm (80.000 a 10.000 años), por lo que la barra estaría un
tiempo por encima del nivel del mar produciéndose en ella ciertos tipos de
alteraciones subaéreas (disolución parcial del cemento, estructuras de
taffonis, etc.).
Durante el siguiente episodio
interglaciar (menos de 10.000 años), se ha descrito una transgresión marina que
llegó a alcanzar cotas de hasta 3 m por encima del nivel actual del mar. Estas
últimas regresiones y transgresiones han generado la separación de la barra del
resto de la Terraza Baja de Las Palmas, así como el depósito de materiales
sedimentarios en el área del istmo (campo de dunas y playa actual).
Paseo geológico
Lo realizamos con marea baja, para poder
caminar por la playa, unos 2,5 km, comenzando en el extremo norte, y realizando
cuatro paradas.
Parada
1: La Puntilla
La Puntilla se asienta sobre las lavas
más recientes de La Isleta, provenientes de la alineación de El Vigía. Desde
este punto tenemos una excelente panorámica de la costa norte de Gran Canaria,
desde la Bahía del Confital hasta la Montaña de Gáldar, pudiendo observar los
distintos materiales geológicos que la conforman. Asimismo, podemos observar la
fachada occidental de La isleta en la que destacan los volcanes de Montaña
Colorada (parcialmente erosionado) y El Faro, junto con la plataforma de El
Confital que marca una de las oscilaciones marinas en la que se formaron extensos
depósitos marinos litorales con importante contenido paleontológico, muchos de
ellos hoy desaparecidos.
Parada 2: Playa Chica
Desde la Puntilla hasta la Playa Chica
podemos ir observando algunos restos de los “beachrocks” de Las Canteras
parcialmente sepultados por las arenas actuales, pero es en esta parada donde
mejor están preservados. Es la zona conocida como Los Lisos. A simple vista
destaca la unidad 1, con sus capas inclinadas hacia el mar y dibujando arcos a
modo de “olas”. Sobre ella se localizan las unidades 2 y 3, esta última
bastante cubierta por la arena actual. Desde aquí tenemos también una buena
perspectiva para ver las rocas de Peña la Vieja, muy diferentes a las
sedimentarias que venimos estudiando. Se trata de un gran bloque de lava fonolítica
mostrando la típica disyunción lajeada.
Parada
3:
En el tramo entre la calle Olof Palme y la calle Churruca podemos observar detalles de las unidades 3 y 4 . Especialmente llamativa es la unidad 4 con sus capas inclinadas en dirección contraria al mar, lo que es indicativo de la formación de dunas eólicas en lo que era la tras-playa de ese momento. Asimismo, son muy visibles las marcas de bioturbación en la unidad 3.
Todas las unidades están afectadas por la erosión marina actual, uno de cuyos rasgos más característicos es la formación de tafonis que son cubetas más o menos circulares de variadas dimensiones.
En la barra es visible su fragmentación en distintas porciones, pudiéndose distinguir las tres principales denominadas, de SO a NE, Barra Amarilla, Barra Media y Barra Grande. Tanto en la barra como en los afloramientos de la playa, los depósitos de “beachrocks” muestran fracturas abiertas, la mayoría con dirección N100ºE a N120ºE, es decir, perpendiculares a la barra, las cuales son aprovechadas por el mar para el avance de su erosión. No se conoce con exactitud el origen de estas fracturas, pero una hipótesis que cobra peso es suponer un levantamiento diferencial del NO de Gran Canaria debido al empuje de los magmas en su ascenso para formar La Isleta.
Parada
4: Desembocadura del Barranco de La Ballena
Siguiendo por la playa llegaremos hasta la desembocadura del barranco de La Ballena, a la altura de la calle El Salvador. Observaremos como la arena de la playa se habrá ido paulatinamente oscureciendo y aumentando el tamaño de sus granos. Ya en la desembocadura observaremos la acumulación de cantos de diferentes tamaños (algunos de más de 30 cm de diámetro) y naturaleza, pero todos ellos muy redondeados... El Barranco de la Ballena formó durante el holoceno un cono aluvial en su desembocadura de unos 500 m de ancho que fue observable hasta que las últimas obras de remodelación del Paseo de Las Canteras lo taparon, allá por los años 1999-2000. Su secuencia estratigráfica, con un espesor máximo de 5 m, estaba formada por una sucesión de arenas y limos arenosos con algunas intercalaciones lenticulares de gravas . Las estructuras sedimentarias variaban desde las típicas aluviales a otras de carácter marino litoral, lo que pone de manifiesto la interacción que había entre estos dos ambientes, hecho lógico en la desembocadura de un barranco. Asimismo, presentaba numerosos niveles con acumulación de gasterópodos terrestres que fueron datados en unos 6200 años antes del presente.