Por los techos de Gran Canaria

Fin de semana completo por las cumbres de Gran Canaria con los amigos del Club Deportivo Neophron. Dividimos la actividad en dos partes. Primero nos vamos a las tres cumbres más altas de la Isla. Comenzamos desde el Pico de las Nieves (1.940 m), con descenso hacia la Degollada de Piedras Blancas (1.886 m) y comienzo de una dura bajada por el Cañadón Sombrío, por andenes muy aéreos y pasos armados (así se dice en los Picos de Europa, no se como se dice aquí), hasta el encuentro con el Cañadón del Jierro, para subir buscando el mejor camino, salir a la loma superior y ascender
hasta El Campanario (1.918 m) y vuelta por el tramo final del Camino de la Raya hasta el Pico de las Nieves.
La ruta, muy dura y técnica, tanto en descenso como en ascenso, se desarrolla en los umbríos cañadones de las escarpadas paredes del Monumento Natural de los Riscos de Tirajana, dominando el paisaje de la caldera del mismo nombre y de gran parte del este, sur y oeste de la isla, disfrutando además de variados atractivos geomorfológicos, históricos, etnográficos, culturales...
Ascendimos, ademas, las cumbres del Campanario (1918m) y el Pico de las Nieves (1951m), que durante muchos años se disputaron el honor de ser la cumbre más alta de la isla de Gran Canaria. Hasta el Pico de las Nieves se sube prácticamente en coche, pero el ascenso que hicimos por el Cañadón del Jierro, de una dureza superior a la de muchas otras cumbres, hace que lo anote en mi libreta.
Una parte de la ruta que hicimos (el descenso), forma parte de una ruta histórica conocida como Ruta de Bentejuí. La conquista de Gran Canaria, por parte de los castellanos, daba sus últimos coletazos, allá por el año de 1483, cuando los aborígenes, capitaneados por el guanarteme Bentejuí, protagonizaron uno de los asedios más recordados de la historia de la conquista de Canarias, que terminó con el salto al vacío desde la Fortaleza de Ansite del guanarteme y el faycan de Telde, al grito de Atis Tirma. Antes de este trágico final, los últimos aborígenes que no se rindieron se refugiaron en el Roque Bentayga, donde, según las crónicas, plantaron cara a los castellanos. Ante este hecho arranca un asedio que llevó al millar de aborígenes a huir a pie, desde Timagada hasta la citada Fortaleza de Ansite, encabezados por el faycan de Telde, Tazarte y el guanarteme Bentejuí.
Ruta, seguramente de pastores que llevaban sus rebaños de una vertiente a la otra, nos quedamos con la parte mitológica e histórica, que siempre tiene más atractivo.

Las altitudes de las cumbres varían según el mapa fuente utilizado. Yo he puesto las que figuran en el mapa oficial canario, en la página grafcan.

A mediodía comenzamos la segunda parte de la jornada, con la escalada a La Gañifa o Puntón de la Agujerada, una aguja desgajada del Pico de las Nieves y que tiene una altura oficial de 1956,7m, la mayor altitud de la isla de Gran Canaria. Pasamos por el mojón de Pico de las Nieves y por una arista nos acercamos a La Gañifa.

Dejamos a Calcetines atada a la sombra y nos encordamos.
Un paso muy aéreo sobre un puente de roca nos recibe (a la vuelta lo evitaríamos con una trepada) y comienza un recorrido con un tremendo ambiente, bordeando por un pequeño andén la Aguja hasta el otro extremo de donde nos encontramos. Una pequeña trepada, sencilla, III, pero con mucho ambiente que nos hace progresar encordados, nos lleva a la cima.
Tras la escritura en el libro de piadas que habían dejado los mismos compañeros del Neophron hace unos años, un destrepe delicado y un rappel espectacular, con un par de volados, colgados a varios cientos de metros del fondo del barranco, nos deja en el punto de partida.
Mi agradecimiento a Mila, Ingrid, Graci, Antonio, José Antonio, Rafa, Manolo, Vicente y, por supuesto, Calcetines, la perra más montañera de Gran Canaria..

















































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