ESCALADA EN GRAN CANARIA

Cuando los peninsulares nos imaginamos las islas Canarias sin conocerlas, suponemos paisajes áridos, soleados, con rocas volcánicas sueltas, sin valor para la escalada. Eso era lo que yo percibía, y, a fuerza de conocer Gran Canaria, he cambiado totalmente de opinión. Los paisajes variadísimos, tanto en altitud como en orientación, de Gran Canaria, hace de ella que la llamen Isla Continente. Una gran variedad de rocas volcánicas hace de ella un lugar con grandes posibilidades para la escalada, tanto deportiva como clásica. De los múltiples lugares donde existen vías de escalada, voy a plantearos las zonas donde yo he escalado. Las sigo denominando “escuelas” por el apodo clásico a estas zonas de escalada.

EL SARDO
En las afueras de Las Palmas, al lado del barrio de Tamaraceite. La roca es una brecha volcánica de color rojizo y buena adherencia.




Tiene dos sectores, uno con orientación Norte y otro con orientación Sur, lo que permite escalar en cualquier época del año.








La escuela está equipada y mantenida por los escaladores del Club Neophron, de Gran Canaria, y tenéis más información de la escuela en http://www.neophron.org/2014/wp-content/uploads/2015/07/EL_SARDO_PRESENTACION_R.pdf





QUINTANILLA

Muy próxima a Las Palmas, en la costa norte de la isla, a unos 15 km de la capital por la carretera del Norte















La escuela tiene 13 vías equipadas, entre el 5 y el 6b+. Lamentablemente solo una, Quintonilla (5), tiene el equipamiento en buen estado, con seguros y descuelgue químicos/inox. Las vías El cuchillo (6a+), Los madriles (5) y Corazón de León (5+) tienen seguros y descuelgues muy oxidados, pero se pueden hacer con precaución. Hay un plan para reequipar la escuela y quedaría una magnífica zona de escalada. La roca muy buena, con presas tipo regleta que me recordó a algunas vías de nuestra escuela leonesa de Piedrasecha.




























































































































BARRANCO DE MOYA

Por la misma carretera del Norte, a unos 20 km de Las Palmas, en el fondo del Barranco de Moya.















Se aparca bajo el gran puente de la autovía GC2 y por el Barranco de Moya, por la izquierda según se sube, por el borde de una acequia que a veces está un poco alta.

La roca es un basalto de formas redondeadas, a veces un poco jabonoso y con escasa adherencia. Hay mucha vegetación, y la orientación de las dos paredes del barranco hace que siempre se encuentre sombra

Al salir de la acequia llegamos al sector Cantonera, a uno y otro lado del barranco.




















Aguas arriba, a unos 600 metros de distancia, está el sector Paraíso. Hay otros dos sectores, Nogalito y Solajero, pero sus vías superan mi nivel de escalada.


























































LA GAÑIFA

No es estrictamente una zona de escalada, pero su situación hace que sea un objeto de escalada. Hasta hace muy poco pensaba que el Pico de las Nieves (1.951 m.) era el punto más alto de Gran Canaria, pero los nuevos mapas oficiales, con su cartografía más ajustada nos dicen que el punto más alto de la isla es el Morrón de la Agujerada o La Gañifa (1956 m.). Se trata de una cresta rocosa que se escinde del Pico de las Nieves y desde éste hay que subirlo. Se trata, seguramente, del Techo de las provincias españolas más difícil de alcanzar. A pesar de ello, su escalada no es difícil, no pasa del IIIº, pero su ambiente, colgado sobre el barranco sombrío, y su acceso, hacen de su escalada un disfrute.






La ascensión comienza en el mirador del Pico de las Nieves, en el centro geográfico de la isla, justo por debajo de la zona militar. Desde aquí se suben por unas pequeñas escaleras a la izquierda que nos llevarán a un pequeño rellano. Seguimos por la arista, y tras un pequeño destrepe nos colocamos en la base de la aguja. La subida es por la arista contraria, por lo que seguiremos un pequeño andén, muy colgado sobre el vacío. Hay algún seguro intermedio, que nos invita a usar la cuerda, aunque es muy fácil. Pasamos un bloque con un gran agujero y seguimos el andén. Una pequeña trepada nos coloca en una gran repisa que da paso a la vertiente contraria, y por una arista/diedro/chimenea accedemos a la cresta final.

Un destrepe delicado nos coloca en la instalación del rappel, de unos 30 metros, con mucho ambiente, y volado en algunos puntos. El rappel nos deja en el punto de inicio. La misma cresta nos deja en el Pico de las Nieves.

En la página http://pelegrinajes.blogspot.com.es/2011/11/el-ultimo-techo-morron-de-la-agujerada.html tenéis una buena descripción de la subida.






























Arista de acceso a la vía






Destrepe sobre el arco





















Trepada de acceso a la arista











Arista cimera






Libro de firmas en la cumbre






















Rappel













Por los techos de Gran Canaria

Fin de semana completo por las cumbres de Gran Canaria con los amigos del Club Deportivo Neophron. Dividimos la actividad en dos partes. Primero nos vamos a las tres cumbres más altas de la Isla. Comenzamos desde el Pico de las Nieves (1.940 m), con descenso hacia la Degollada de Piedras Blancas (1.886 m) y comienzo de una dura bajada por el Cañadón Sombrío, por andenes muy aéreos y pasos armados (así se dice en los Picos de Europa, no se como se dice aquí), hasta el encuentro con el Cañadón del Jierro, para subir buscando el mejor camino, salir a la loma superior y ascender
hasta El Campanario (1.918 m) y vuelta por el tramo final del Camino de la Raya hasta el Pico de las Nieves.
La ruta, muy dura y técnica, tanto en descenso como en ascenso, se desarrolla en los umbríos cañadones de las escarpadas paredes del Monumento Natural de los Riscos de Tirajana, dominando el paisaje de la caldera del mismo nombre y de gran parte del este, sur y oeste de la isla, disfrutando además de variados atractivos geomorfológicos, históricos, etnográficos, culturales...
Ascendimos, ademas, las cumbres del Campanario (1918m) y el Pico de las Nieves (1951m), que durante muchos años se disputaron el honor de ser la cumbre más alta de la isla de Gran Canaria. Hasta el Pico de las Nieves se sube prácticamente en coche, pero el ascenso que hicimos por el Cañadón del Jierro, de una dureza superior a la de muchas otras cumbres, hace que lo anote en mi libreta.
Una parte de la ruta que hicimos (el descenso), forma parte de una ruta histórica conocida como Ruta de Bentejuí. La conquista de Gran Canaria, por parte de los castellanos, daba sus últimos coletazos, allá por el año de 1483, cuando los aborígenes, capitaneados por el guanarteme Bentejuí, protagonizaron uno de los asedios más recordados de la historia de la conquista de Canarias, que terminó con el salto al vacío desde la Fortaleza de Ansite del guanarteme y el faycan de Telde, al grito de Atis Tirma. Antes de este trágico final, los últimos aborígenes que no se rindieron se refugiaron en el Roque Bentayga, donde, según las crónicas, plantaron cara a los castellanos. Ante este hecho arranca un asedio que llevó al millar de aborígenes a huir a pie, desde Timagada hasta la citada Fortaleza de Ansite, encabezados por el faycan de Telde, Tazarte y el guanarteme Bentejuí.
Ruta, seguramente de pastores que llevaban sus rebaños de una vertiente a la otra, nos quedamos con la parte mitológica e histórica, que siempre tiene más atractivo.

Las altitudes de las cumbres varían según el mapa fuente utilizado. Yo he puesto las que figuran en el mapa oficial canario, en la página grafcan.

A mediodía comenzamos la segunda parte de la jornada, con la escalada a La Gañifa o Puntón de la Agujerada, una aguja desgajada del Pico de las Nieves y que tiene una altura oficial de 1956,7m, la mayor altitud de la isla de Gran Canaria. Pasamos por el mojón de Pico de las Nieves y por una arista nos acercamos a La Gañifa.

Dejamos a Calcetines atada a la sombra y nos encordamos.
Un paso muy aéreo sobre un puente de roca nos recibe (a la vuelta lo evitaríamos con una trepada) y comienza un recorrido con un tremendo ambiente, bordeando por un pequeño andén la Aguja hasta el otro extremo de donde nos encontramos. Una pequeña trepada, sencilla, III, pero con mucho ambiente que nos hace progresar encordados, nos lleva a la cima.
Tras la escritura en el libro de piadas que habían dejado los mismos compañeros del Neophron hace unos años, un destrepe delicado y un rappel espectacular, con un par de volados, colgados a varios cientos de metros del fondo del barranco, nos deja en el punto de partida.
Mi agradecimiento a Mila, Ingrid, Graci, Antonio, José Antonio, Rafa, Manolo, Vicente y, por supuesto, Calcetines, la perra más montañera de Gran Canaria..