En Memoria de Juan Tomás Martínez

Ayer me vino a ver Santiago Morán, muy afectado, para contarme la noticia de la muerte de Juan Tomás Martínez. Anteayer me había traído unas fotos (sabe que me gusta guardar las fotos de la gente de la montaña) de Juan Tomás que había hecho el domingo pasado en Cain. Fue la última vez que le vió. Yo conocí a Juan Tomás un día, hace ya 37 años, cuando estaba en Cain con mi primo Toño y nos avisaron de que un montañero tenía problemas en Moeño. Subimos con Juan Tomás y otra gente de Cain y al final solo fue un susto y no hizo falta ninguna ayuda. Juan Tomás Martínez nació en 1919 en la localidad asturiana de Camarmeña, a los pies del Naranjo de Bulnes, pero residía en la localidad leonesa de Cain, también en los Picos de Europa, desde hace más de 60 años. Juan Tomás fue guarda de la Reserva Nacional de Caza de los Picos de Europa, pero su gran contribución al conocimiento y disfrute de los Picos de Europa fue su gran calidad como escalador y haber participado en la apertura de la vía de escalada más utilizada para llegar a lo más alto del Naranjo de Bulnes. El Naranjo de Bulnes es, quizá, la cumbre más emblemática del alpinismo español. Fue subida por primera vez por un aristócrata asturiano, Pedro Pidal, Marqués de Villaviciosa, guiado por un lugareño de los Picos, el leonés de Cain Gregorio Pérez "el Cainejo", el 5 de agosto de 1904. En 1916 entra en escena el patriarca de la familia Martínez, Víctor Martínez Campillo, de Camarmeña, quien asciende a la cima en solitario, utilizando la misma ruta que sus predecesores, por la cara norte del Picu. La ruta es larga y difícil, y, en 1924, descubre en la cara sur una ruta más fácil y más corta, la conocida desde entonces como Vía Víctor. Pronto sus hijos siguen sus pasos y especialmente el mayor, Alfonso, con gran valentía, sube en solitario y sin decir nada a la cima. Poco después, su padre le lleva a la misma y, al descubrir que ya estuvo allí está a punto de recibir la primera paliza paterna en la cima del Pico Urriello. La vía Víctor tiene una travesía ascendente que hace difícil de asegurar a los clientes menos hábiles, y los hijos de Víctor buscan una solución para subir a los cada vez más numerosos cliente que los contratan para intentar conquistar la cima. En 1944, Alfonso y Juan Tomás Martínez consiguen, en la cara sur, una ruta directa con la que asegurar a sus clientes verticalmente, y que desde entonces es conocida como "Directa de los Martínez". Juan Tomás Martínez subió al Naranjo de Bulnes por primera vez a los 14 años y guió a centenares de personas a la cima en sus muchos años de guía en el Naranjo. Desde hace 62 años vivía en la localidad leonesa de Cain, donde falleció el 25 de septiembre de 2012 a los 92 años, a causa del incendio de su casa. Con él muere una de las leyendas vivas de la historia de los Picos de Europa Le recordamos en la foto tomada hace unos días por su amigo Santiago Morán Garrido.
Os paso también el enlace al obituario que le dedica Isidoro Rodríguez, y lo describe mucho mejor que yo http://www.leonoticias.com/frontend/leonoticias/Fallece-Juan-Tomas-Martinez-Perez-Funambulista-En-Las-Cumbr-vn105771-vst309

NO ME DA LA GANA

Yo no estuve en la manifestación del día 25 por diferentes motivos, pero no me da la gana de que un personaje chulesco que se pasea por Nueva York fumando un puro me ponga entre los suyos. No me da la gana de que un personaje chulesco que me baja el sueldo cuando me aumenta el trabajo me elogie por no manifestarme. No me da la gana de que un personaje chulesco que está arruinando a este país, menos a los banqueros y a los curas, me felicite por ser de los suyos. Estoy mucho más cerca de los que se manifestaron que de los "suyos". ¡Váyase!, señor Rajoy, con todos los "suyos", o por lo menos gobierne, pero déjeme en paz.

Escalando en Los Calderones. 15 de septiembre de 2012

Me fui con Alex y Amparo a Piedrasecha, para probar la fascitis del talón izquierdo y escalar un poco con Alex. La escalada bien, pero la fascitis sigue ahí.
La ruta a Los Calderones desde Piedrasecha siempre es interesante, tanto por el paisaje como por la geología (nunca el uno sin la otra).
En el camino, siempre en las zonas que rezuma humedad, las curiosas plantas carnívoras de Pingüicola grandiflora, aunque tranquilos, no muerden. Solo se les pegan pequeños insectos que luego digieren.
Un gran jito que Alex se empeña en hacer más grande.
Al final llegamos a nuestra zona de escalada, en el Sector La virgen de esta escuela.
Quien le iba a decir a Alex que "estrena" el arnés que ganó su madre en la primera competición de escalada que se hizo en Valdehuesa hace ahora 20 años.
Hicimos las tres vías fáciles de este sector, Gardfield, Piaget y Pequeño humano.
Para Tombo era su primer día de montaña (tiene cinco meses) y lo disfrutó mucho.
Nueva piedra en el camino y de regreso a casa, que era El Cristín y teníamos comida en Lorenzana.

De Vegarada a Lugueros por la cresta de La Morala

Salida con los Yordas en una excursión que preparé con Javi León
En total subimos seis dosmiles y otras tres cumbres de 1900 y pico metros. La descripción es la siguiente: Comenzamos la andadura en el Mesón de Vegarada (1530m), atravesando los praderíos de Fontanillas cubiertos en muchos puntos de arbustos de arándanos, en dirección casi S. Cruzamos una ancha franja caliza entre la Peña Venero y los Colleores, que nos mete en una zona cárstica, hacia el pronunciado tajo que se observa a la izquierda del Pico Faro. El día era muy bueno y animaba la subida, y, a pesar de las dudas del amigo Marciano encontramos bien el camino entre los arándanos.
En la parte alta del valle glaciar, que bordeamos por la derecha, ascendemos ganando altura diagonalmente hasta colarnos por la monumental escotadura que forma la Portilla de Faro (1963 m)
asomándonos al valle de Faro que vierte sus aguas hacia Redipuertas.
Superamos una pronunciada ladera y enseguida llegamos al Pico Faro (2112 m)
y retrocediendo ligeramente al Pico Huevo(2155m).
Seguimos en dirección S
por la alta cresta que supera varias cotas de más de 2000 metros, que atraviesa la Sierra Blanca (2105m)
En el camino encontramos restos, parapetos y trincheras, de la defensa que hicieron los milicianos del ejército español en 1936 frente a las tropas golpistas del general Franco. Federico parece defender la posición.
Seguimos subiendo hasta alcanzar el Pico la Morala (2141m).
Siempre por la cresta, que gira ahora hacia el E, siempre en torno a los 2000m,
Al fondo, hacia el E, una bonita vista del circo glaciar del Agujas, muy parecido (más pequeño) al de Peña Ten
A veces los estratos se muestran espectaculares, como estos que parece leer Federico
Cruzamos por el Pico Restallar (2104m)
Vista atrás de toda la cresta que hemos seguido desde el Huevo
Subimos (algunos/as) al último dosmil de la jornada, el Pico Bustarquero (2011m).
Habremos bordeado completamente el valle que baja hacia Redipuertas.
Hacia el otro lado (S) tenemos bajo la cresta una franja caliza que culmina en una cota de 1982m,
donde hicimos la parada a comer, regada con buenos licores que portaba, como siempre, en la mochila Jose Rubio
Bordeamos la franja caliza por el este (algunos atrevidos bajaron destrepando el resalte)
y el cielo, que se había cubierto mucho, se abrió en aguas mil.
Mojados pero contentos tomamos la cresta toma ahora dirección SE y enseguida encontramos un cortafuegos que nos lleva al Alto de la Albazosa (1946m)
Algunos optan por el camino fácil y se desvían por la pista que toma dirección O y por pecar contra el sexto mandamiento (creerás en el GPS por encima de lo que digan todos tus compañeros) acabaron en Redilluera.
Los que seguimos por lo alto llegamos a los Sierros Negros (1964m) donde la cresta gira al E y, ya bajando claramente, nos lleva al Alto Palombero (1813m), nuevo cortafuegos, y seguimos bajando hasta un collado poco marcado, El Puerto.
Unos siguieron el cortafuegos y luego la pista que hacia el E nos lleva en unos marcados zig-zags a la carretera, a 2 km al N de Lugueros, y otros al SO siguiendo una pista que en dos zig-zag nos coloca en un valle que en dirección E nos lleva a la carretera a 500m al N de Lugueros (1190m).
El tiempo mejoró mucho y permitió bonitas vistas del dios Bodo
y al final volvió a diluviar cuando ya había llegado al pueblo una buena parte del grupo.