1 de enero de 2011


Terminé el año corriendo las sansilvestres de Villaquilambre y León (en el fondo sigo siendo un cobarde), pero no ha sido un buen año de carreras. Sólo la Maratón de Las Palmas hace casi un año y la rodilla izquierda me dió un aviso. A día de hoy sigo siendo pesimista y no se si encomendarme a mi santo traumatólogo, San Gutiérrez, que no parece querer darme sus bendiciones. Un año sin entrenar y ya me gana Alejandro. ¿Colgar las zapatillas...?

Tampoco fue un buen año de montañas, apenas 13 cumbres (hasta el número parece gafe) en un año, eso sí, la última fue el Fontún. No se si es un buen indicio.

¿Renovaré las botas?. Veremos...


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